martes, 4 de julio de 2017

Mi futuro


Decían que ser nosotros dos no sería fácil. Pero se equivocaban. No lo fue para nuestras familias, para nuestros amigos, ni mucho menos para ambos. La dificultad es solo una ilusión, una barrera imaginaria, presente únicamente en la mente de obtusos que ocultan sus propios complejos. En la mía solo están sus manos, sus ojos y sus ganas de vivir.

Soy de natural circunspecto y mi otra mitad colma con su extraversión y alegría esa seriedad que tanto que me reprocha, pero que también necesita. Lo nuestro es especial. Tanto que el mundo debería sentir envidia.

Afuera, las calles arden esta noche.

¡Salgamos! -Me dice. 

El exceso, el ruido, nunca fueron conmigo. En sus ojos ya conoce mi respuesta, porque es idéntica cada año. Resignado, pero no triste, coge su libro donde lo dejó dispuesto a retomar la lectura. Le contemplo desde la puerta de la cocina. Ese contorno tan familiar, esas gafas gruesas, y el alma limpia, tan ausente de malicia. Mi gran amigo y confidente. Mi presente y mi futuro.

Para su sorpresa, le quito el libro y le digo “¿Y por qué no?”

Tomo su mano y salimos. Él enarbolando con orgullo su arco iris, y yo con mi habitual blanco y negro.

En perfecta armonía.

domingo, 2 de julio de 2017

Pretensión geométrica


Durante mucho tiempo su única verdad fueron sus cuatro lados idénticos y cerrados. Fuera de esas fronteras, no había nada. Un día la naturaleza le hizo una visita y el cuadrado quiso encerrarla en su interior, rigiéndola bajo sus normas. Pero por dentro, ésta abrasaba como un volcán amenazando con estallarlo todo. Y así lo hizo. Sus cuatro lados cedieron ante una explosión multicolor.

La desdichada figura recobró su dibujo original, hermético, mientras contemplaba tal aparente caos, jamás antes conocido. Había algo poderoso en aquella sugerente danza de formas, todas diferentes, con nuevas perspectivas que se transmutaban sin fin. La naturaleza es caprichosa e intrigante, y la inflexible figura sintió curiosidad, quería saber qué era aquello. Tenía que avanzar, ir más allá.

Probó a doblar un lado, y luego otro, y otro. La rigidez de las líneas rectas insistían tercamente en regresar a su seguridad, pero los dogmas de la naturaleza, libres y seductores, pudieron más que su miedo. Los ángulos cedieron, y el cuadrado se curvó. De repente podía moverse, deslizarse, amoldarse, incluso tornarse elíptico.

La elasticidad le permitió integrarse con orgullo en la verdadera esencia, bella y contradictoria, de su nueva geometría circular. Ahora nada era exacto, pero todo era verdadero.
 

                                     Arcoíris circular (espectro de Brocken)